domingo, 18 de abril de 2010

La Dama y la Muerte - Corto

En mi modesta opinión, encuentro un tanto precipitado dar la posibilidad de morir a cualquiera dado que su estado en ese momento puede no ser el más adecuado para tomar la decisión correcta. Con esto me opongo a la idea de morir cuando a uno le plazca. Se puede pensar que uno mismo tiene el total y absoluto control de su vida y es dueño de lo que hace o deja de hacer pero opino que esto no es correcto del todo. En el hipotético caso en que un adolescente al cual le han pasado una serie de fatídicos hechos (según su entender y su parecer) pueda acceder a dejar de vivir por su propia mano es algo impensable ya que si esto fuera así, la especie no sobreviviría. Por ejemplo, otro caso seria el de una persona mayor la cual se ha quedado viudo/a y con una tremenda depresión querría acabar con su vida. En este caso, no lo veo factible porque aunque haya perdido a su conyugue, puede tener posibles nietos, hijos, hermanos los cuales son una muy buena razón para seguir disfrutando de la vida. Claro esta, siempre hay casos en los que la persona esta totalmente sola o bien tiene una especia de enfermedad incurable… en este tipo de casos, según mi parecer optaría a realizar deseos o sueños que tuviera de niño o de joven o me dedicaría por completo a ayudar a otras personas.

El corto nos propone mas bien este último caso, con un final en el cual la anciana se suicida tras una reanimación del doctor de la clínica y la muerte encargada de guiarla, exhausta y agobiada por la fuerte batalla entre ella misma y el doctor por conseguir el alma de la anciana, deja correr el aviso de llamada de la anciana, y por lo tanto, se podría deducir que la pobre anciana estaría destinada al limbo.

Un final alternativo seria:

Después de incansables discusiones y carreras por conseguir el alma de la anciana, esta última se encuentra entre la puerta donde la destrozada muerte la espera y la camilla del galán doctor y sus enfermeras. La anciana tras ver semejante panorama sopesó los pros y los contras de dar fin a su vida ene se mismo instante e ipsofacto, un viejo pero importante sueño le vino a la mente. Pausadamente, la anciana se levanto hasta alcanzar una postura erguida frente a la muerte y musitando le susurró unas palabras al esqueleto. Acto seguido la muerte se fue con una imponente presencia de grandeza y la anciana se dirigió al doctor, el cual la reanimó.
Una vez en la sala de observaciones del hospital con las constantes estables y ella consciente, las enfermeras y el doctor le preguntaron el por qué de su decisión. Y ella, sin vacilar respondió: ``mí querida hija´´.

Unos días después del altercado, la anciana vendió sus propiedades y se lanzó a buscar a su hija en la gran ciudad. Una vez la hubo encontrado, pasó unos estupendos días en familia junto a ella los cuales le permitieron enmendar el graso error que cometió dejándola sola ante el mundo con tan temprana edad, a lo que la hija le respondió que gracias a aquella decisión se había hecha una mujer de bien. Esas calidas palabras apaciguaron el alma inquieta de la anciana. Esa misma noche, después de que la anciana se despidiera con una agradable velada de su hija, en lo que seria su pronto lecho de muerte, la anciana dejo caer unas pequeñas lágrimas de satisfacción plena. Pocos segundos después, la muerte volvió a aparecer para llevar el alma apaciguada de la dulce ancianita junto a su marido.

*La muerte, recibió instrucciones de la abuelita para que la viniera a recoger después de haber cumplido con su sueño.